Equinoterapia: la ciencia detrás de la conexión entre el cuerpo y el caballo.

El movimiento de un caballo puede parecer simple, pero detrás de cada paso hay un poderoso estímulo neurológico capaz de transformar la forma en que el cuerpo y el cerebro se comunican.

La equinoterapia, también conocida como terapia asistida con caballos, combina los principios de la neurofisiología, la terapia ocupacional y la fisioterapia para favorecer el desarrollo motor, sensorial y emocional de niños y jóvenes.

¿Qué sucede en el cerebro durante una sesión? El movimiento tridimensional del caballo —muy similar al patrón natural de la marcha humana— estimula de manera simultánea los sistemas vestibular, propioceptivo y táctil. Esto activa reflejos posturales automáticos, mejora la estabilidad del tronco y favorece la organización del tono muscular.

Además, se promueven conexiones neuronales que fortalecen la coordinación, el equilibrio y la planificación motora, pilares esenciales del desarrollo infantil. Beneficios terapéuticos comprobados.

Diversas investigaciones respaldan los beneficios de la equinoterapia en niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), parálisis cerebral, síndromes genéticos y dificultades sensoriales o motrices.

El entorno natural, la estimulación multisensorial y el vínculo emocional con el caballo promueven: • Mejor control postural y equilibrio. • Incremento en la fuerza y tono muscular. • Mayor atención, contacto visual y comunicación. • Regulación emocional y reducción de la ansiedad.